¿Cómo será el marketing del futuro? Cambiará la tecnología, las redes sociales se harán más poderosas, el mundo estará más interconectado, pero lo que no cambian son las formas de reaccionar del ser humano y el marketing deberá explotar más el mundo de las ideas, “marketing de ideas”.

Éstas son algunos de los consejos dejados por los cuatro expertos internacionales en marketing que el martes pasado expusieron sus ponencias en el foro organizado por EXMA y Los Tiempos en Cochabamba. Ellos son el mexicano Landare Pimentel, los colombianos Juan Carlos Mejía y Juan Carlos Contreras y el estadounidense Fernando Anzures.

Para este último, si bien la tecnología avanza, las reacciones y sentimientos del hombre son siempre los mismos, y es ahí a donde hay que apuntar. Un error en que se tiende a caer es priorizar elementos tecnológicos y dejar de lado el comportamiento de las personas, explicó. “Las marcas triunfan cuando son social y colectivamente aceptadas”.
Por ello, recomienda subirse a lo que ahora se llama el marketing de ideas. “¿Tienes una idea? Socialízala. Crea, pero socializa. Probablemente no puedas desarrollarla solo”, explicó Anzures.

Por eso, insiste en dos aspectos: lo que se llama la “economía naranja” (buenas ideas) y la necesidad de establecer redes sociales, entendidas no como tecnología, sino como el sistema de contactos para desarrollar su idea. “Se acaba la economía de manufacturas o la economía de hidrocarburos? Economía de ideas, es lo que propongo para Bolivia”, remató Anzures.

Mejía, en tanto, puso énfasis en la tecnología como nuevo escenario. Observó el gran desperdicio que hacen las empresas al abrir un portal sin interactuar con clientes.

Personalice su blog, publique artículos propios una vez por semana, interactúe con sus internautas, si le hacen un elogio por lo menos diga “gracias”, lance preguntas, motive el diálogo, son algunos de los consejos de Mejía. A ello, Anzures remata: “Que hablen mal de mí, pero que hablen”.

Landare, en tanto, expuso lo que él llama el marketing estructural, mientras que Contreras desarrolló el marketing de interacción.